Si bien se ha recalcado que la manera más efectiva de limpiar las manos para protegerse ante la COVID-19 es el lavado de manos con agua y jabón, en algunos momentos se dificulta hacerlo. Allí es cuando el gel antibacterial se convierte en otro aliado principal de limpieza.
Ante la necesidad de usar elementos como el tapabocas o el gel antibacterial para prevenir el rápido avance del coronavirus, se ha presentado escasez en algunas partes del mundo y por redes sociales se replican diversas recetas muy recursivas sobre cómo preparar un gel a base de alcohol en casa.
Te recomiendan usar ingredientes de fácil acceso como alcohol etílico, gel de aloe vera o glicerina. Ahora, aunque parece sencillo de fabricar, los expertos recomiendan mejor no hacerlo debido a que si no se obtienen las concentraciones exactas de los componentes, el gel pierde eficacia para atacar a las bacterias o virus y, por el contrario, podría generar reacciones desfavorables como alergias e irritaciones en la piel.
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La recomendación entonces es que en caso de desabastecimiento de gel antibacterial en el mercado, procures reforzar las medidas de lavado con agua y jabón cuantas veces sea necesario.
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Si te interesa adquirir mayor información sobre cómo los farmacéuticos elaboran el gel antibacterial, te compartimos esta ‘Guía para la elaboración a nivel local de formulaciones recomendadas por la Organización Mundial de Salud para la desinfección de manos’.
La guía está dividida en dos partes: Parte A en la que se usan instrumentos de laboratorio como un alcoholímetro 🌡 y se dan indicaciones prácticas para la preparación de la formulación por los farmacéuticos y Parte B, un resumen de la información técnica básica con datos de seguridad, costos, dispensación y distribución del producto:
Formulaciones recomendadas por la OMS para la desinfección de manos
