Los tatuajes han recorrido varios siglos de historia. Desde su uso ritual por parte de tribus ancestrales y pasando por su tradición presidiaria, hoy se han convertido en una forma de expresión que convierte la piel en lienzo. Si ha decidido hacerse uno, aquí encontrará cinco consejos prácticos para evitar una mala experiencia.
1. Conozca el trabajo del tatuador previamente: Es importante que en el momento en el que usted decida marcar su piel para siempre conozca el estilo y el trabajo del artista tatuador que va a hacer su diseño de ensueño realidad. “No todo el que está tatuado sabe de tatuajes, es mejor tener precaución para evitar sorpresas”, es el consejo que da Juan Mendoza, tatuador profesional.
Un tatuador que no tenga experiencia, además de realizar un trabajo con el que usted no quede conforme, puede ocasionarle queloides, una inflamación causada por la saturación de pigmento o porque la aguja atravesó no solo epidermis (la capa más superficial de la piel) , sino la dermis, causando daños que lo pueden obligar a recurrir al tratamiento láser.
2. Mire bien las condiciones del local: Cerciórese de que los tatuadores no estén comiendo o ingiriendo bebidas alcohólicas dentro del local. Es muy importante que vea que las agujas estén empacadas y esterilizadas. Además, las máquinas deben estar recubiertas con bolsas y la mesa o silla donde se va a realizar el trabajo debe estar cubierta con vinipel. “En cada procedimiento se cambia todo. Si el cliente ve que por lógica ya todo está en la mesa sin su consentimiento, quiere decir que posiblemente son agujas reutilizadas”, afirmó Juan.
Por seguridad, el tatuador deberá sacar las agujas del empaque frente a sus ojos. Usar una aguja contaminada puede contagiar graves enfermedades como el Sida o la Hepatitits. Las mismas precauciones deben ser tenidas en cuenta para la realización de piercings o perforaciones corporales.
El tatuador también debe utilizar siempre guantes, con el fin de evitar la contaminación producto del contacto.
3. Cuide su tatuaje: Los riesgos no terminan con la última puntada de la dolorosa aguja, ya que para obtener resultados óptimos se deben tener ciertos cuidados.
"El tatuaje es una herida, y como tal debe ser cuidada", aseguró Juan. La piel se regenera cada 16 días, por lo que las primeras dos semanas son fundamentales para evitar inconvenientes.
En este periodo procure lavar el área con un jabón antibacterial especial y evite el contacto con el agua caliente, el shampoo o el jabón de baño.
También es fundamental no exponer el área al sol, primero porque afecta los colores del pigmento del tatuaje, y segundo porque el área está mucho más sensible a los rayos ultravioleta.
Y por más que quiera celebrar la obra de arte que ahora lleva en el cuerpo, no podrá consumir bebidas alcohólicas, cigarrillos, alimentos irritantes o sustancias psicoactivas por lo menos durante el primer mes. "Por ejemplo el alcohol lo que puede llegar a ocasionar es una infección en el tatuaje", explicó el experto.
Se recomienda el uso de cremas como basitaracina o bethene para ayudar en el proceso de cicatrización. Pasado un mes, se pueden utilizar productos como el aceite de almendras para evitar la resequedad.
4. Recuerde que lo barato sale caro: Si le ofrecen un trabajo muy económico, desconfíe de su calidad. "He atendido personas que vienen luego de hacerse un tatuaje de 20.000 pesos en otros locales, no quedan conformes y quieren que yo les ayude a cubrirlo. Hay casos en que la cobertura puede costar 100.000 pesos", afirmó el tatuador profesional.
5. La norma: Los locales de tatuajes están regulados por la resolución 2263 de 2006, que afirma que estos espacios realizan un procedimiento invasivo que se tipifica como microcirugía, por lo que deben cumplir con la reglamentación vigente para los prestadores de servicios de salud.
Además deben cumplir condiciones mínimas de bioseguridad, para lo cual pueden tomar como guía el documento: Conductas Básicas en Bioseguridad – Manejo Integral del Ministerio de Salud del año 1997, así como la Resolución 2183 de 2004, por la cual se adopta el Manual de Buenas Prácticas de Esterilización para Prestadores de Servicios de Salud.
Los locales de tatuajes son vigilados por la Secretaría de Salud.
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