Más de 500 mil habitantes del sur de la ciudad se benefician con las obras que la Alcaldía de Bogotá a través del Acueducto, adelanta en la localidad de Ciudad Bolívar para construir un gigantesco interceptor de cerca de 6 kilómetros de largo, que recogerá las aguas residuales de los barrios: Quiba, Bella Flor, Paraiso, Mirador, Villa Gloria, Villas del Diamante, (Eden I y Eden II (Barrios no legalizados), San Francisco, Candelaria, Candelaria La Nueva, Lucero y Sauces, entre otros y evitar que estas viertan y contaminen directamente a la Quebrada Limas.
Con una inversión superior a los 25.000 millones de pesos, estas obras se realizan en aras de descontaminar y mejorar el cauce de la quebrada más importante de Ciudad Bolívar. Esa inversión se divide en:
7.000 millones de pesos que se invierten en la limpieza y extracción de sedimentos, residuos y escombros que están actualmente en la Quebrada y la perfilación de taludes.
18.000 millones de pesos que se invierten para la construcción de la red de alcantarillado, realizando así una intervención integral del cuerpo de agua.
María Carolina Castillo, gerente de la Empresa de Acueducto de Bogotá, indicó al respecto: “Esta obra es bien impórtate ya que es afluente del rio Tunjuelo y posteriormente del rio Bogotá, así que lo que estamos haciendo es saneamiento del rio Bogotá evitando que esto cuerpos de agua lleven aguas sanitaria al rio, además con estos trabajos estamos haciendo protección de taludes para evitar remoción en masa que puedan afectar las viviendas aledañas”
Con esta gran red de tubería de Alcantarillado se disminuirá el riesgo de deslizamientos ya que recoge los vertimientos que se hacen directamente sobre el terreno, provocando que se activen procesos de remoción en masa.
Estas obras permitirán recuperar y sanear la fuente hídrica, mejorando su calidad, además de conservar la biodiversidad, evitar malos olores que ponen en riesgo la salud de los niños y demás habitantes del sector que se encuentra vecinos a la Quebrada Limas.
En su construcción se empleó la tecnología sin zanja, denominada ‘Tunnel Liner’, utilizada en aproximadamente 500 metros, la cual consiste en construir un túnel recubierto con anillos metálicos que a su vez lleva dentro una tubería, la cual es la que conduce las aguas residuales. Con esta tecnología se pretende impactar menos la movilidad, la estabilidad de los predios aledaños a la red, menor riesgo a los habitantes del sector que transitan cerca de la obra y en general un menor impacto al espacio público existente.
El resto de la red se está instalando por el método convencional de zanja abierta, la cual cuenta con la respectiva señalización y medidas de protección como entibados entre otras. Estos trabajos iniciaron en el mes de agosto de 2016, presentando un avance del 80% y su proyección es que sean culminadas para noviembre de 2018.