Después de 15 años, Viviana Jeréz y su familia lograron hacer parte del grupo de beneficiados que recibió una vivienda propia en el proyecto Torres de San Rafael I ubicado en la localidad de San Cristóbal.
Este proyecto, que como muchos otros, está enfocado a beneficiar a las mujeres cabeza de familia, acogió a varias de ellas que llevaban haciendo un proceso de reasentamiento con el Distrito y que hasta ahora dio sus frutos.
La historia de Viviana empezó hace 15 años cuando la edificación en la que vivía ubicada en el barrio Bella Vista se derrumbó y tuvo que empezar un proceso de reubicación, “a nosotros se nos cayeron las casas y ahí empezamos el proceso con la Caja de Vivienda que nos ayudó con los arriendos hasta el momento, pues aún no nos hemos podido trastear formalmente por falta de un documento de patrimonio de la casa que se nos cayó”.
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Mientras avanzaba todo este proceso, la mujer relató que se vio obligada a acomodarse con sus tres pequeños hijos en un hogar en arriendo, “yo tengo que salir a diario a vender comidas rápidas para conseguir el alimento, sostener a mis hijos y darles un techo, así ha sido desde hace más de 10 años que nos quedamos sin nada”.
Finalmente, tras un extenso proceso, Jeréz junto a su familia fue una de las que recibió un hogar propio el pasado 17 de octubre en este proyecto de vivienda en el suroriente de la ciudad, que inicialmente abrió sus puertas a las primeras seis de 120 familias que vivirán en esta urbanización.
Sin embargo, para la mujer que se desempeña como vendedora ambulante para llevar un sustento a su casa, los requisitos para la entrega de estas viviendas deberían ser más flexibles con sus beneficiados.
“Llevamos años tratando de ubicarnos en un lugar propio ya algunas veces la Caja de la Vivienda Popular y otras entidades piden muchos papeles en lugar de entregar las llaves para que uno se pueda pasar así esté en obra gris”, señaló Viviana.
Este proyecto desarrollado por la Secretaría del Hábitat en conjunto con la Caja de Vivienda Popular fue posible con la entrega de subsidios complementarios de Hábitat, que hacen posible la reubicación de hogares de estratos 1 y 2 que anteriormente habitaban en áreas de alto riesgo no mitigables.
La meta para este cuatrienio, es entregar más de seis mil soluciones habitacionales en un trabajo interinstitucional entre las dos entidades, con un enfoque de género para priorizar los hogares que tengan a una mujer cabeza de familia.
Para Viviana como para los demás beneficiados, la exitosa culminación de estos procesos y la entrega de sus viviendas que llevaban cinco años en construcción, “son un sueño cumplido que después de años de hacer trámites y esperar por fin se hacen realidad”, demostrando que pueden vivir en condiciones seguras, habitables y hacer de Bogotá su hogar, el mejor hogar para todos.
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