Sobre las inquietudes expuestas por la comunidad y los entes de control Distrital, la Administración distrital, a través de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP), recuerda que el sistema de contenerización o de contenedores de residuos que existe en Bogotá fue diseñado e implementado en el año 2018 como un criterio de calidad de la licitación pública que se realizó en su momento para la adjudicación del servicio público de aseo, recibiendo puntaje por su aceptación.
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Los contenedores tanto de residuos “Aprovechables” (tapa blanca) como “No Aprovechables” (totalmente negros) fueron adquiridos y ubicados en el espacio público por los operadores que resultaron ganadores de las cinco áreas de servicio exclusivo. Todos lo relativo al tipo de contenedor, la labor de socialización previa que debía realizarse con la comunidad y la operación del servicio utilizando estos elementos, es responsabilidad de los operadores desde el 2018 y la interventoría “Proyección Capital” tiene la responsabilidad del seguimiento y supervisión contractual del servicio, incluido el manejo de contenedores.
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La contenerización de residuos para su recolección es una estrategia que bien manejada debería contribuir a la mejora en el servicio de aseo y exige no solamente tener el contenedor en buen estado sino un sistema y ruta especial para su recolección con vehículos especializados para el cargue lateral. Así se pueden observar en muchas ciudades del mundo donde operan adecuadamente. Sin embargo, cuando no hay suficiente apropiación de la comunidad se pueden convertir en un problema mayor.
En Bogotá sucedió que algunas zonas apropiaron muy bien estos elementos (especialmente cuando se trata de zonas de difícil acceso) pero hay otras donde definitivamente han generado problemas de rebose, incumplimiento de frecuencias de uso (la presencia del contenedor no implica que todos días y en cualquier horario se puedan sacar residuos) o deterioro físico de los mismos.
Los cálculos de la licitación exigieron contenerizar más de 12,5 millones de litros, lo que traducido en número de contendores determinó que más de 10.700 contenedores fueran adquiridos por los concesionarios, la mitad para residuos no aprovechables y la mitad para promover el reciclaje. En los meses siguientes al inicio de la operación (2018) se pidieron 490 contenedores más, que fueron comprados con cargo a los recursos que aportaron los operadores en la licitación y que se denominan “obligaciones de hacer”. Ahora bien, hay que reconocer que dada la presencia de personas que desarrollan la labor de recuperación de materiales reciclables de la bolsa de residuos para su aprovechamiento, al encontrarse estos al interior del contenedor genera mayor dificultad de acceso por lo que han sido rechazados por esta población y en muchas ocasiones se dispersan residuos desde el interior para acceder a materiales reciclables.
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Respecto a las fallas en el servicio de aseo en rutas contenerizadas, la subdirección de asuntos legales reporta que solo ha recibido 9 informes de interventoría de los cuales 3 se tramitaron en la presente administración y se encuentran en desarrollo de procesos administrativos sancionatorios, al igual que otros 10 procesos por fallas del servicio que avanzan ya con miras a determinar si hay merito para imponer sanciones a los operadores.
Es importante insistir que la supervisión del servicio depende de la Interventoría Proyección Capital y la Subdirección de Recolección Barrido y Limpieza, de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP), a su vez ejerce la labor de supervisión a la interventoría conforme a los contratos suscritos en 2018.
Lamentablemente, en algunas oportunidades se utilizan incorrectamente los contenedores y se disponen allí residuos en cualquier día y hora, aunque se sabe que la recolección tiene una frecuencia establecida de 3 veces por semana, o se usan para acumular residuos especiales o voluminosos al interior o en las inmediaciones del contenedor generando desborde y deterioro de las condiciones paisajísticas y sanitarias del sector. Estos comportamientos ciudadanos son los que generan los mayores problemas y hemos solicitado a operadores e interventoría, rehacer las labores de capacitación a los usuarios sobre el uso adecuado del contenedor, las frecuencias y horarios de recolección y la necesidad de utilizar los Ecopuntos o solicitar servicio a la línea 110 para la disposición de residuos especiales y voluminosos.
De la misma manera, acudimos a las alcaldías locales que tienen la responsabilidad de ejercer las acciones de control y vigilancia para que apoyen esta labor y se recupere el buen uso de este elemento del amoblamiento urbano que debería ser reconocido como instrumento de calidad y no como factor de desaseo. Para ello, estamos insistiendo también a la interventoría, y por su intermedio a los operadores, para realizar el mantenimiento integral y lavado regular de estos elementos presentes en el espacio público.
Sobre las preguntas de la Contraloría de Bogotá se está respondiendo detalladamente, pero se puede anticipar que los costos de instalación y operación no fueron asumidos por el Distrito sino por los operadores de las ASE como criterios de calidad al momento de adjudicarse la licitación y que en esta administración no se ha realizado ninguna adición de contenedores. Por el contrario, culminada la revisión del inventario de contenedores de tapa blanca, se requiere a la interventoría un informe detallado sobre el estado de los contenedores de residuos no aprovechables.
Los contenedores que adquirieron los operadores para la ubicación separada de materiales aprovechables (tapa blanca) no pudieron mantenerse en el espacio público por la oposición de los recicladores y se entregaron en distintas instituciones o unidades residenciales para su ubicación interna. Sobre estos, la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) realizó una detallada revisión de campo cuyo informe fue presentado el pasado mes de enero y los operadores se encuentran validando su ubicación.
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La Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) , en cumplimiento de las acciones que el alcalde Carlos Fernando Galán y el Consejo Directivo han indicado para enfrentar los problemas de vertimiento de residuos en espacio público, dispone de toda su estructura legal y técnica para fortalecer la supervisión a la interventoría y adelantar los procesos sancionatorios cuando haya lugar. De igual modo esperamos el apoyo de las alcaldías locales y la ciudadanía para superar esta situación que exige más autoridad y cultura.