'Encuentros vitales': Ganador de la beca de profesionalización de las artes

11·JUN·2021
Ángel Hurtado es un artista, animador y creador audiovisual apasionado por la creación colectiva, la enseñanza, y la investigación. Conoce su historia aquí
En el desarrollo de su tesis de grado, Ángel tuvo la oportunidad de trabajar con un grupo de niños de un colegio distrital a partir del dibujo, la animación análoga y el ‘projection mapping’. Foto: Archivo Personal.
En el desarrollo de su tesis de grado, Ángel tuvo la oportunidad de trabajar con un grupo de niños de un colegio distrital a partir del dibujo, la animación análoga y el ‘projection mapping’. Foto: Archivo Personal.

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Ángel Hurtado fue el ganador de la Beca de profesionalización de las artes, en entrevista con el Portal Bogotá nos contó como fue su proceso para salir victorioso en este proceso.

La Beca de Apoyo a la Profesionalización de Artistas hace parte de la estrategia 'FORMA, Experiencias de Formación en Arte, Cultura y Patrimonio' y ofrece 46 estímulos con un valor  $3.356.521, cada uno.

De esta manera la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte (SCRD) apoya la profesionalización de artistas, así como iniciativas en torno a la reflexión, capacitación, interacción y circulación de contenidos, o la generación de herramientas y conocimientos que le entreguen a la ciudad artistas más cualificados.

Ángel Hurtado es un artista, animador y creador audiovisual apasionado por la creación colectiva, la enseñanza, y la investigación. Así mismo dice que es un soñador empedernido, un enamorado de las imágenes y un inventor de realidades visuales, sonoras y corpóreas. "En el fondo, soy un narrador de historias y el arte es la herramienta que me permite contar esas historias", añadió.

Sinopsis - Este proyecto/travesía/vuelo recoge las voces y dibujos físicos y virtuales de unos niños y niñas de segundo grado de un colegio distrital de la ciudad de Bogotá, Colombia. Los niños regresan simbólicamente a aquel lugar que resguarda en sus paredes y corredores, muchas de las memorias de su vida, el colegio, que ahora se encuentra cerrado, vacío y desolado debido a la pandemia, cobra vida durante una noche. Los dibujos recorren el colegio y se encuentran entre sí, comparten y juegan hasta el amanecer, momento en donde la luz del sol desvanece su presencia.

¿Cuéntanos un poco de tu trayectoria?

Estudié Artes Visuales en la Pontificia Universidad Javeriana en Bogotá. Durante mi carrera me especialicé en el énfasis audiovisual, que estudia la fotografía, el cine documental, la ficción y la animación. Desde allí comencé a explorar la imagen como medio narrativo de afirmación y/o deconstrucción de lo real, me interesaba ahondar en su capacidad política de transformación del mundo que nos rodea.

En el desarrollo de mi tesis de grado, tuve la oportunidad de trabajar con un grupo de niños de un colegio distrital a partir del dibujo, la animación análoga y el ‘projection mapping’ (proyección de imágenes sobre espacios públicos de la ciudad). Me interesaba resignificar el valor de las imágenes presentes en la infancia y su capacidad para reconfigurar la realidad desde las pequeñas cosas. Este fue el proyecto que resultó ganador de la Beca de profesionalización otorgada por la Secretaría de cultura, recreación y deporte.

Por otra parte, tuve el honor de trabajar para la comisión de la verdad como animador y creador de unas piezas audiovisuales basadas en relatos de excombatientes del conflicto armado en Colombia, estas animaciones buscaban visibilizar la realidad del reclutamiento forzado de menores y las repercusiones de la guerra en Colombia a través de un uso experimental y material de la imagen.

Mi trabajo fotográfico y audiovisual ha sido expuesto en numerosos festivales nacionales como: Festival Universitario de Cine y Audiovisuales Equinoxio, FesticineKids, Cinemateca Distrital; e internacionales como: UNICEF Innocenti Film Festival, SUNCINE - Festival Internacional de Cine de Medio Ambiente, CMS INTERNATIONAL CHILDREN’S FILM FESTIVAL, FECEA - Festival Internacional de Cinema Escolar de Alvorada, XX Bienal Internacional de Arte de Cerveira, entre otros.

Mi quehacer artístico está fundamentado desde nuestro contexto colombiano y latinoamericano, mi búsqueda por encontrar mi propia voz como artista, se ve impulsada y renovada gracias al continuo diálogo y encuentro con el otro.

Foto: Archivo personal
Fotograma, animación final. Foto: Archivo Personal.

¿Por qué tomaste la decisión de postularte en la convocatoria?

Las convocatorias siempre fueron para mí un gigante inalcanzable, casi como un tipo de ‘monstruo’ que no sabía descifrar ni tampoco lograba comprender. En general siempre me parecieron intimidantes, principalmente por su naturaleza institucional y burocrática, sin embargo, gracias a mis queridos maestros, desde varias clases en la universidad tuve la oportunidad de desarmar paso a paso de qué se compone una convocatoria, cómo funciona y cómo acercarse a ella desde la singularidad de mis proyectos.

Tomé la decisión de postularme a la convocatoria ya que yo encajaba perfectamente en el público objetivo al cual la beca estaba dirigida: “estudiantes de últimos semestres de pregrado, matriculados en programas de artes, gestión cultural o patrimonio cultural; que demostraran buenos resultados académicos; y que estuvieran desarrollando procesos de gestión cultural con comunidades, organizaciones, colectivos o instituciones.”

Adicionalmente sabía que era la oportunidad perfecta para presentar mi idea de tesis en el marco de una beca que justamente buscaba apoyar procesos de profesionalización de estudiantes. En otras palabras, en caso de ser elegido como ganador, el proyecto que me proponía realizar de tesis, no sólo estaría apoyado por la universidad, sino también por la SCRD. Eso me motivó a lanzarme a la convocatoria, pues soñé con que mi proyecto resonara fuera del espacio académico y llegara a ser parte de la escena artística cultural en Bogotá. 

Considero que además que postularse se trata de un ejercicio profesional, pues era necesario condensar mi propuesta de proyecto, ordenar las ideas y escribirlas de manera coherente en un documento con el fin de que otras personas pudieran conocer lo que me proponía hacer.

Foto: Archivo personal
Detrás de cámaras. Foto: Archivo Personal.

¿Te encontraste con dificultades a la hora de postularte en esta convocatoria?

Como cualquier convocatoria manejar los tiempos de envío y acopio de documentos dentro de la plataforma fue un reto. Al principio no tenía todos los papeles listos, y me costó bastante rellenar los formularios en su totalidad, era un proceso que además se me juntó con el cierre de semestre, entonces esos días fueron supremamente caóticos y estresantes, algo clásico en la vida de un aprendiz de artista y cualquier universitario.

¿Qué es lo que más recuerdas desarrollando este proyecto? ¿Cuéntanos alguna anécdota?

En el corazón del proyecto vive la ilusión, el anhelo y la pasión de los niños. Al principio del 2020, alcancé a compartir con ellos de manera presencial en su colegio, yo era ‘el profe angel’ y desde la clase dibujamos superhéroes, coloreamos paisajes y aprendimos sobre arte. El espacio de clase era un lugar fantástico, ellos corrían, jugaban y gritaban, podían ser ellos mismos y eso era lo único que importaba. Sin embargo, con la llegada de la pandemia el contraste que se dio al pasar de clases presenciales a virtuales fue supremamente drástico. 

Fue un reto pensarse la clase desde la imposibilidad del encuentro físico, en especial considerando que ellos apenas tenían entre 6 y 8 años, con lo cual apenas entendían las bases de la comunicación virtual y todas sus falencias. Es por esto que sin duda una de las memorias que más atesoro del proyecto, sucedió cuando pude proyectar en su clase, de manera presencial, una mini animación que realicé a partir de sus dibujos. 

Foto: Archivo personal
Proyección en clase. Foto: Archivo Personal.

Ángel nos compartió un extracto de su documento de tesis en donde detalla el momento:

Los niños están sentados en sus puestos como si se prepararan
para empezar una carrera, y así la animación comienza.

Los niños empiezan a apuntar con su dedo índice a la proyección y gritan: ‘jirafa!’, ‘ese dibujo es mío!’, ‘    ,‘miraaa una mariposa!’ COHETEEEEEEEE, algunos no se pueden quedar sentados, y se paran Y SALTAN de la emoción, es un evento sin precedentes. La animación es bastante corta, sin embargo, apenas esta termina, todos cantan en coro “¡Otra vez, OTRA vez, otra vez!”

Después de la 5ta vez que se reproduce, empiezan a jugar con la luz misma y con su sombra, a descubrir qué es eso que emite la luz, a trepar la pared para ‘tocar’ sus dibujos proyectados. El centro del salón se transforma en una pista de baile, de pelea, de carreras, de juego. El salón se convirtió de nuevo en ficción, la única regla para estar ahí es entender el juego. El juego del encuentro.

Al salir aquel día del salón, ya no sólo era un estudiante, me había convertido en un aprendiz de educador, y a los ojos de los niños, en su profesor de Artes.

Foto: Archivo personal
Proyección de la animación. Foto: Archivo Personal.

¿Cómo defines esta experiencia?

Desarrollar este proyecto junto a los niños fue una auténtica aventura, sin embargo, entender el encuentro con ellos como un acto vital es uno de los aprendizajes más grandes que me llevo. Es preciso mencionar también, que este proyecto no sólo es mío sino de los niños y niñas, la profesora Rosaura y el Coordinador Gino del Colegio Escuela Nacional de comercio, es nuestro proyecto, sin ellos nada de esto hubiese sido posible. 

La experiencia en cuanto al manejo y gestión de la beca fue maravilloso, me abrió los ojos a todo el espectro artístico que es liderado por estudiantes y que está en acción tanto en Bogotá como en toda Colombia.

Ver el compendio de proyectos y ser parte del grupo de personas que dirigen estas propuestas artísticas reafirmó mi posición acerca de la importancia y vigencia del arte en nuestro país, el arte es político, necesario y el punto de partida para reflexionar sobre nuestra sociedad.Presentar el proyecto y ser ganador de la beca me abrió infinidad de oportunidades, me puso en contacto con personas maravillosas, sin duda gracias a que me postulé, mi vida se enriqueció en el aspecto humano y se fortaleció en el ámbito laboral.