¿Qué hacer para cuidar las fachadas de La Candelaria?

Arreglar una fachada que fue dañada en La Candelaria no es tan sencillo como echarle pintura. El Centro Histórico es patrimonio y por lo tanto hay que pedir permiso para hacerle cualquier mejora o cambio.

La subdirectora del Instituto Distrital  de Patrimoni Cultural, Dorys Patricia Noy, asegura que el trabajo para proteger a La Candelaria tiene que ser de todos: “tiene que haber una apropiación  de la comunidad y que las personas se empiecen a solidarizar con el cuidadode las fachadas”.

Las fachadas del Centro Histórico no pueden ser intervenidas sin que de manera previa se solicite el permiso respectivo al  IDPC, quien evaluará la solicitud y emitirá un concepto técnico que puede ser de
aprobación o negación, dependiendo del  tipo de propuesta presentada. Su norte es siempre velar por la preservación de los valores patrimoniales.

Por normatividad, las obras permitidas en los inmuebles de interés cultural son: primeros auxilios, reparaciones locativas, reforzamiento estructural, rehabilitación, restauración, obra nueva, ampliación,
consolidación, demolición, liberación, modificación, reconstrucción y reintegración.

Incentivo de equiparación

Para los Bienes de Interés Cultural  -BIC- de la ciudad,  el costo de los servicios públicos se equipara a estrato 1, siempre y cuando el uso del inmueble sea residencial y se encuentre en buen estado de conservación; que no afecte los valores históricos, arquitectónicos y urbanísticos del inmueble. El IDPC verifica que la residencia esté en buen estado y, sí así es, otorga por dos años las equiparaciones para el Centro Histórico y por tres años para los BIC en el resto de la ciudad.

Candelaria es tu casa

El IDPC también hace embellecimiento de fachadas. Bajo este programa, se adelantan  intervenciones integrales que no sólo se reflejen en las fachadas sino en el entorno en general. Para ello se hace un estudio de restauración,  que incluye un análisis y valoración de las fachadas que se deben intervenir.

Aquí se analiza la composición arquitectónica y constructiva  de las fachadas, se hace un estudio de colores, tomando muestras de las distintas capas de pintura que tienen los muros, y carpintería de las
fachadas, y se verifican los colores que a lo largo del tiempo han tenido. A partir  de lo encontrado, se toma la determinación de cuáles son los colores más convenientes para que representen las condiciones
históricas del área.

Para junio se espera hacer otra jornada de estas intervenciones, asociando a entidades privadas y realizando  talleres de sensibilización con las comunidades beneficiarias. Con esto se busca la protección y apropiación social de estas áreas patrimoniales.

Olga Lucía Vásquez
Periodista - Alcaldía Mayor de Bogotá