Por: Jhon Fredy Cortes
El día 12 de noviembre de 2022 quedará grabado en la memoria de los habitantes de las inmediaciones con La Calera, pues fue uno de los días más oscuros y trágicos por culpa de la ola invernal que está atravesando esta zona del nororiente de Bogotá.
Portal Bogotá habló con uno de los habitantes del sector de San Luis, quien resultó afectado por el torrencial aguacero que cayó el pasado sábado. Se trata de Nelson Torres, un hombre que nació en el municipio de La Calera hace 33 años. Dice él que el torrencial aguacero de este fin de semana cayo con tal fuerza que desmoronó parte de la montaña.
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Nelson cuenta que la fuerte lluvia inició hacía la una de la tarde del sábado: “El aguacero fue muy fuerte y solo escampó hasta las 4 de la tarde. Se vino un talud sobre la vía, que fue el que desvió toda el agua que bajaba por las alcantarillas”.
Como pudo Nelson junto con sus vecinos, y en pleno aguacero, trataron de desviar el agua con ayuda de unas lonas con tierra de su vivero: “Cuando estábamos acá tratando de desviar el agua, se nos vino la montaña de un momento a otro. La vía estaba colapsada porque en la zona de “La Capilla” también el agua hizo de las suyas”.
Según narra Nelson, la magnitud de la avalancha que se formó por el intenso aguacero, afectó a varios vehículos que transitaban por el lugar. Él y sus vecinos rescataron como pudieron a varias personas de los automotores que se hundían en el lodo. Cuenta que le salvaron la vida a un motociclista que fue arrastrado por la fuerte corriente.
Cuenta Nelson que el sábado en la noche llegaron miembros de la Policía Metropolitana y funcionarios del Idiger para evaluar los daños de su casa, los de su negocio y los predios de vecinos después de la tempestad. “Estuvieron con nosotros toda la noche colaborándonos con sacar todo ese material que se nos metió a nuestras casas y a mi negocio. Hasta el momento nos han colaborado, con la maquinaria de la Alcaldía Mayor y las volquetas del Distrito hemos limpiado la zona”, afirma Nelson.
Nelson dice que por su casa han pasado 3 generaciones. Su abuela de 94 años, que aún vive. su familia se la llevó para el municipio de Fusagasugá por unos días mientras tanto para resguardarla en esta emergencia. De igual manera sus padres han pasado por esta casa, y Nelson, que se quedó al pendiente de su casa.
Nelson guarda algo de temor por la situación, pero alberga la esperanza de que el clima cambie para bien en los próximos días. Por lo pronto analiza qué manejo le puede dar a esta situación sabiendo que el Distrito avanza con los trabajos de remoción de escombros y tala de árboles que están a punto de caer.
Aunque perdió parte de su vivero, guarda aún la esperanza de poder recuperar lo poco que le quedó de las plantas que fueron arrasadas por la quebrada. Por ahora se siente agradecido con el Distrito, con los funcionarios del Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático – Idiger, el Cuerpo de Bomberos y la Policía Metropolitana quienes, según él, les han colaborado a sus vecinos en estos tiempos difíciles de invierno.
