La Secretaría de Ambiente recuperó en un centro comercial de La Candelaria 1.431 productos que, para su elaboración, tuvieron que sacrificar centenares de animales silvestres. Se ofrecían para realizar toda clase de rituales y como decoración.
El caso más impactante fue el hallazgo de 3 cabezas de tucán, aves que hacen presencia en el Caribe y la Amazonía colombiana.
También 442 cascabeles de serpiente, 128 dientes de mamíferos, 23 patas de danta, un cráneo de tigrillo, 12 collares con extremidades de primates, cachos de venado, colas y caparazones de armadillo, plumas de loros y guacamayas. Además pieles de ocelote, puma, boas, anaconda y primates.
Al igual que más de 20 kilos de semillas de chirilla, chocho, covalonga, ojo de venado y resina de copal, extraídas de bosques naturales, que no contaban con los respectivos documentos que amparen su legalidad.
Estas, son acciones delictivas que atentan contra los ecosistemas colombianos.
Este decomiso se llevó a cabo en el marco de la ‘Operación Ancestros’, en conjunto con la Policía Ambiental, luego de meses de seguimiento contra el comercio ilegal de especies silvestres en Bogotá.
En total encontraron que 10 locales almacenaban y comercializaban ilegalmente productos de flora y fauna silvestre que eran utilizados para diferentes practicas y rituales.
La Alcaldía de Bogotá hace un llamado a la ciudadanía para que se abstenga de comprar, tener o comercializar cualquier animal o producto de fauna y flora silvestre. Esta conducta está catalogada como un delito ambiental y las multas pueden llegar hasta los 3.600 millones de pesos según lo establecido en la Ley 1333 de 2009.
