Gracias a sus superpoderes, según la Organización Mundial de la Salud OMS, la leche materna puede influir en la prevención de enfermedades como sobrepeso, obesidad y otras enfermedades crónicas no trasmisibles a largo plazo.
Además, la OMS asegura que, para el buen desarrollo del bebé es importante suministrar la leche materna en sus primeros seis meses.
Leche materna, la primera vacuna del recién nacido
Sin duda, la leche materna es considerada como la primera vacuna que recibe el recién nacido porque aporta sustancias que traen beneficios para la salud del bebé, entre los cuales se destacan sustancias como probióticos y anticuerpos que son los responsables de reforzar su sistema inmune.
Contenidos relacionados
La lactancia materna es un regalo para el bebé, constituye un momento único en el que se fortalece el vínculo emocional entre la madre y el hijo y se genera desde el crecimiento en el vientre. La invitación para las madres es aprovechar la oportunidad de amamantar a su bebé y fortalecer los lazos de unión íntima que se crean con este acto.
Además, la leche materna no representa ninguna inversión monetaria por parte de la familia, es el top 10 de los alimentos disponibles para el consumo del recién nacido y no requiere de ningún alimento ni suplemento adicional.
Es todo lo que necesita el bebé para alimentarse
A través de este líquido preciado, el bebé obtiene todo lo que necesita para el adecuado crecimiento y desarrollo durante sus primeros seis meses de vida, por esta razón la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que sea exclusiva durante este periodo y complementaria hasta los 2 años o más.
Estudios han demostrado que los componentes de la lactancia, en los primeros meses de vida pueden influir en la prevención de enfermedades como sobrepeso, obesidad y otras enfermedades crónicas no trasmisibles a largo plazo.
La lactancia materna protege la salud de la madre, reduciendo el riesgo de presentar cáncer de ovario y mama, adicional de depresión posparto, según información brindada por la OMS.
Los bebés amamantados de forma exclusiva tienen menos riesgo de padecer enfermedades y, en este sentido, se disminuye el ausentismo laboral de los padres.
La lactancia materna favorece el planeta, no deja huella de carbono, es un recurso renovable y producido por las madres, consumida por los bebés sin generar polución, empaque o desechos que contaminen el medio ambiente.
El oro blanco es la leche materna
Es mucho lo que a lo largo de los años se ha hablado de la leche materna y su importancia para alimentar a los bebés, sin embargo, es preciso preguntarse; ¿Cuáles son realmente sus beneficios y qué aporta realmente este llamado “oro blanco” a los recién nacidos?
Los científicos han demostrado que hay más de 1.000 proteínas en la leche materna1, mientras que las empresas productoras de fórmulas lácteas siguen intentando replicar su contenido nutricional sin obtener un producto similar.
Según investigaciones recientes, cada gota de leche materna contiene múltiples beneficios para el bebé, aportando anticuerpos que ofrecen protección contra las enfermedades e infecciones, hormonas que fomentan el vínculo y regulan el apetito, bacterias beneficiosas que favorecen la maduración y protegen el sistema digestivo del bebé, prebióticos llamados oligosacáridos que ayudan a mantener un intestino sano y ácidos grasos, que contribuyen al desarrollo del cerebro, el sistema nervioso y los ojos del bebé.
¿Sabías qué?
En los primeros días la producción de leche materna es en pequeñas cantidades para que él bebe vaya adaptando su estómago, la madre produce calostro entre el 1° al 5° día postparto, siendo de color amarillento y espeso, está compuesto por inmunoglobulinas que genera defensas y protege el recién nacido de infecciones y enfermedades, considerándose la primera vacuna para el bebé.
Recuerda que la leche de transición se produce entre el 5° y 10° día contiene más grasa, lactosa y vitaminas hidrosolubles como la vitamina A, D, E y K, que ayudan a la formación de huesos, tejidos, entre otros. Esta leche está perfectamente adaptada y se ajusta a las necesidades y demandas para el adecuado crecimiento y desarrollo del bebé.
La leche final se produce del día 10 en adelante, es la leche materna propiamente dicha que aporta todos los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo adecuados de niños y niñas, debe ofrecerse de manera exclusiva hasta los 6 meses y junto con alimentación complementaria hasta los 2 años o más.
Múltiples estudios demuestran que la lactancia materna es beneficiosa para las niñas y niños, madres, la sociedad y el medio ambiente. La leche materna es el mejor alimento que se puede ofrecer a un recién nacido no solo por su composición nutricional sino también por el aspecto emocional, ya que establece un vínculo especial entre madre e hijo.
A nivel individual y de salud pública, la leche materna tiene muchos beneficios en la salud de los bebés y las mamás desde la concepción y por el resto de la vida.
Superpoderes de la leche materna
- Nutrición
- Salud
- Amor
- Sostenibilidad
- Economía familiar