David Alonzo es la cabeza en la Dirección de Diversidad Sexual de la Secretaría de Planeación y concedió una entrevista al Portal de Bogotá para hablar sobre las apuestas del Plan de Desarrollo ‘Un nuevo contrato social y ambiental para el siglo XXI’ en materia de diversidad sexual y de géneros.
Son muchos los retos que le esperan a esta administración, pero sin duda hay un gran camino recorrido en materia de reconocimiento de derechos que se ampliará con inclusión social y económica. Estos son los temas a destacar que quedaron incluidos en la hoja de ruta que seguirá la administración de la alcaldesa Claudia López.
¿Qué debe tener un nuevo contrato social y ambiental para el siglo XXI en materia de derechos de las personas de los sectores LGBTI?
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Un nuevo contrato social implica pasar de lo simbólico a lo material. Ya hubo un proceso social muy importante de visibilización y lucha por el reconocimiento de los derechos y sus aportes a la ciudad; ahora hay que pensar en estrategias de acceso y permanencia en empleabilidad, emprendimiento, salud, educación y la cultura, y una vida más segura en el espacio público.
¿Bogotá es una ciudad incluyente con la población LGBTI en 2020?
Bogotá es una ciudad de avanzada que eligió a una mujer lesbiana como alcaldesa. Es evidente que hay una apertura hacia la garantía de derechos LGBTI en muchos sectores de la población y que son pocos, aunque no irrelevantes, quienes siguen en el camino de la discriminación.
¿Cómo fue el proceso participativo para construir este apartado en el plan de desarrollo?
Para la estructuración del Plan de Desarrollo hubo participación de organizaciones sociales y ciudadanía en general. También hubo un protagonismo muy especial del Consejo Consultivo de la Política Pública LGBTI, que son personas elegidas por voto popular y que representan a distintas identidades, quienes entregaron sus sugerencias. De todo este proceso no pudo quedar todo lo que recogimos, pero a mediados del próximo semestre quedarán incluidas algunas de las iniciativas en el Plan de Acción de la política pública LGBTI, una hoja de ruta que dejaremos para las próximas administraciones.
¿Cuáles son las metas LGBTI de esta administración?
Se han establecido en el marco del plan de desarrollo 11 metas que hacen referencia explícita a personas de los sectores LGBTI. Entre ellas el fortalecimiento de los canales y rutas de denuncia, el emprendimiento y la inclusión laboral, una reforma a la estrategia de cambio cultural en la ciudad, enfocada especialmente en el reconocimiento de la memoria de la población LGBTI en Bogotá. Nuestro enfoque será la generación de investigaciones y datos en cuanto a acceso a derechos como vivienda, educación y protocolos de atención en salud para la población transgénero.
¿Cuáles son las estrategias concretas para generar empleo entre la población LGBTI?
Nuestra estrategia contempla los bonos de impacto social como instrumentos financieros que permitan impactar también en el sector privado para garantizar la inclusión y permanencia de personas diversas, especialmente transgénero. Adicionalmente, la Alcaldía está en proceso de emitir lineamientos de refuerzo para la vinculación y contratación de esta población que es la que especialmente sufre la mayor exclusión en ámbitos laborales.
¿A qué apunta la inclusión en salud?
A los protocolos de atención en los procesos, por ejemplo en la afiliación, acceso y el trato hacia las personas transgénero de forma diferencial. También a identificar si las falencias radican en la falta de conocimientos científicos del personal de salud o si es por actitudes y prácticas.
¿Cuáles son las estrategias para apoyar a los empresarios y emprendedores LGBTI?
Le apostamos a reforzar la estrategia de ambientes laborales inclusivos y generar apoyos a emprendimientos de las personas LGBTI. Trabajaremos articuladamente con la Secretaría de Desarrollo Económico para apoyar a comerciantes y establecimientos públicos relacionados con la oferta de servicios de estas poblaciones.
¿Qué viene en materia de cultura ciudadana y educación para lel respeto de la diferencia?
Tenemos una meta concreta que es la reformulación de la estrategia para cambio cultural. Acudiremos a la ciudadanía para revisar la forma en que enfrentamos culturalmente las inequidades y el reconocimiento de las diferencias.
¿Cuáles serían los caminos para impulsar el cambio cultural?
Los datos. Es imprescindible tener datos sobre la situación de derechos humanos. Cuando se cuenta con información suficiente y veraz, se puede intervenir de manera acertada para resolver las problemáticas. Hoy no hay censo ni estadística con información suficiente que nos permita evaluar la coyuntura y la garantía de derechos como el acceso de la población trans a vivienda o las cifras generales de violencias basadas en el prejuicio.
¿Cómo tratar el tema de cambio cultural en los colegios?
La Ley 1620 de 2013 establece la creación de los Comités de Convivencia Escolar y la implementación de todos los temas en torno a la sexualidad y la construcción de ciudadanía. Esta es la plataforma que ya existe para impactar los colegios. De nuestra parte seguiremos trabajando con la Secretaría de Educación en los programas que ya están diseñados para enfrentar el acoso y el bullying, incluso para personal docente y administrativo afectado por el estigma a su orientación sexual o identidad de género.
La Ley 1620 también tiene alcance en los colegios privados.
¿En el espacio público cuál es la estrategia?
Junto con la Policía Metropolitana de Bogotá y otros sectores haremos intervenciones periódicas sobre pedagogía de no discriminación en establecimientos comerciales, lugares de encuentro, parques, lugares de culto y equipamientos culturales. El mensaje es que en Colombia la discriminación es un delito, que tenemos que aprender a convivir y a reconocer a los otros desde la convivencia y el respeto.
Es importante anotar que la Policía ya ha desarrollado un plan de pedagogía al interior de la institución y han tenido importantes avances. Hay un equipo muy capacitado con el que hemos hecho procesos de pedagogía en calle. La lucha contra la discriminación no se detiene y siempre hay que seguir haciéndole frente desde todas las administraciones.
¿Cuáles son las fortalezas con las que cuentan para emprender este camino?
Se ha incrementado el presupuesto para la lucha contra la discriminación en Bogotá. Sin embargo sigue siendo corto para el inmenso reto que representa. Haremos valer cada peso.
Bogotá es una ciudad de avanzada que reconoce los derechos humanos y los defiende. La gran mayoría de las personas que viven aquí saben que la discriminación es un delito y que todos debemos luchar contra ella.